Rescata

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jueves, 10 de noviembre de 2016

Federiquito

Por María Rosa Silva Streitenberger

Una casa de adobe, muy humilde, repleta de niños jugando y ayudando a mamá. Una mamá siempre sola, realizando los innumerables trabajos de sol a sol, con la ayuda de sus hijas más grandes. Los varones trabajan en el campo, al igual que papá, que se ausenta por meses, ya que el trabajo de campo es así. Lo mantiene lejos del hogar. Y cada vez que regresa es motivo de un nuevo embarazo. El más pequeño de la casa es Federiquito de tan solo un par de añitos. Rubio como el trigal, de ojos verdes como la hierba salpicada por el rocío primaveral. Ese pequeño que es la alegría de la casa. Esa alegría que se acrecienta al pedirle a sus hermanita: “Agneisi, macher Brot mit Butter und Zucker? (Agneisi, me hacés pan con manteca y azúcar?)”. Ese angelito al que papá vio sólo un par de veces y que él esperaba con todo el amor del mundo. Todo era amor y trabajo. Sacrificio y gozo.
Hasta que una lluvia torrencial comenzó a caer en la colonia. Con la lluvia llegó el malestar de Federiquito. Cada hora se ponía peor y cada hora la lluvia era más intensa. Federiquito pregunta por su papá. Mamá asustada le dice que está por llegar. Ojalá fuera cierto y papá estuviera en casa para no sentirse tan sola y desprotegida. No se lo ve bien a su niño y no puede hacer nada. Llueve mucho y el pueblo está lejos. No hay medio de transporte y las calles se volvieron puro barro.
Por la noche, Federiquito vuela de fiebre, su rostro pálido, más pálido aún por la tenue luz de la lámpara presagia algo muy malo. Mamá lo contempla con el alma destrozada porque sabe que se va, de a poco, su pequeño angelito. Mamá se queda dormida un rato y cuando despierta sobresaltada, lo mira y rompe en el llanto más desgarrador que existe, el llanto de una madre ante la pérdida de un hijo.
Al amanecer ya todo es calma. La lluvia cesó, el malestar del pequeño también. Ya su cuerpo encontró la paz, menos el alma de mamá, que quedó en carne viva, sufriendo en soledad, la pérdida de su amado hijito.

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