Por Victoria Reale
Fuente: www.revistaenie.clarin.com
La
ópera prima de Maximiliano Schonfeld reconstruye los conflictos de una colonia
alemana de Entre Ríos, de la pérdida de su lugar en el mundo hasta el futuro
incierto. "Germania” recibió el Premio Especial del Jurado en el último
BAFICI.
En su filme Germania (2012), Maximiliano Schonfeld retrata sus orígenes, la
vida de los descendientes de los alemanes del Volga que formaron numerosas
colonias en la provincia de Entre Ríos. Se trata de un universo circular,
articulado por la cohesión familiar y religiosa, que les permitió conservar
intactas sus tradiciones y el dialecto Wolgadeutsche. "Las historias que
se relatan en las familias alemanas siempre mantienen el sabor a mito lejano, a
historia susurrada, prohibida. Quise plasmar aquella tradición oral en imagen
cinematográfica", afirma Schonfeld.
Germania (2012) cuenta el último día de una familia en Santa Rosa,
una pequeña aldea alemana en Entre Ríos. La Madre, y sus dos hijos
adolescentes, Lucas y Brenda, realizan un duelo íntimo esperando la partida.
Pero las razones de su huida son misteriosas: su granja fue devastada por una
peste y los aldeanos evitan acercarse a ellos.
Protagonizada por actores provenientes de las aldeas, que
se expresan en alemán y castellano, el filme refleja la ruptura generacional
que se da hoy entre adultos y jóvenes. Además sugiere relaciones familiares que
rozan el tabú y pone el foco en el contradictorio mundo adolescente.
Maximiliano Schonfeld, director de Germania, habló con Revista Ñ digital sobre cómo fue bucear en
sus raíces familiares y de ese quiebre que se da en las comunidades donde pocos
jóvenes continúan con las tradiciones de sus ancestros. "El dialecto
Wolgadeutsche se está perdiendo y creo que en menos de 50 años va a
desaparecer. La gente de mi edad ya no lo habla, cuando mi papá habló sólo en
alemán hasta los 14 años y no sabía una sola palabra en castellano"
aseguró el director.
-¿Qué lo llevó a querer
explorar sus raíces familiares?
-Mi papá falleció cuando yo era muy joven y sabía poco sobre su
historia. El vivió hasta los 25 años en una pequeña aldea alemana de Entre Ríos
que se llama San Juan, así que me acerqué al lugar para reconstruir su infancia
y su adolescencia. En San Juan todos hablaban el dialecto de los alemanes del
Volga y sus tradiciones fueron muy diferentes a las mías en la ciudad de
Crespo, donde vivía. Pude recopilar testimonios de sus vivencias en la aldea,
que junto con otras historias que habían ocurrido en la zona me ayudaron a
construir un universo. Ese material me sirvió primero para armar los tres
cortos que filmé y que son el basamento de Germania (2012).
-¿Hay una búsqueda de
identidad en su cine?
-Sí, está ligado a mi historia personal, pero también a que no hay
manifestaciones culturales que retraten a los descendientes de los alemanes del
Volga en mi provincia, más que algunas polcas un poco melancólicas. Y me
pregunté cómo íbamos a conocer nuestra historia si nadie se animaba a expresar
lo que sentía. Todo pueblo tiene un canal, una forma de contar su historia y no
encontraba cuál era la nuestra. Yo tenía necesidad de saber un poco más sobre
las tradiciones con las que crecí, de dónde venía esa cultura y cómo influían
en mi conducta. Y encontré que la expresión de los alemanes del Volga se daba
en forma de susurro, como tradiciones orales que atraviesan las familias pero
de una manera muy tenue: te cuento algo pero no lo repitas. Evitan hablar de
ciertas cosas, que generalmente son las más importantes en la familia.
-Germania es una
película sugerente donde los conflictos se bocetan, pero no se remarcan.
-Me costó mucho encontrar un tono en el guión que represente esa forma
de susurro que utilizan ellos para comunicarse. Cuando construí la película
tuve en cuenta que las relaciones en las pequeñas aldeas se basan más en lo que
se niega y lo que no se dice, que en lo que se afirma. La historia tenía que
tener una pulsión donde el espectador tuviera la sensación de que algo podía
estallar, pero que finalmente nunca estalla. El conflicto en realidad se
diluye, no se resuelve.
-En su filme los
protagonistas utilizan el alemán para comunicarse con los miembros de su
familia. ¿Los actores hablaban el idioma?
-La mayoría de los actores habla el alemán como primera lengua. Ese
fue un requisito que me impuse en el guión e hizo difícil luego encontrar
adolescentes que lo supieran. El dialecto Wolgadeutsche es hablado dentro de
las familias y era importante reflejarlo en la película. En la vida social
utilizan tanto el castellano como el alemán.
-Brenda, una de sus
protagonistas, elige relacionarse con un joven de afuera como otra forma de
romper ese mundo cerrado.
-Ni los adultos ni el hermano de Brenda rompen con las tradiciones.
Según las anécdotas que recogimos en las aldeas, las chicas fueron las primeras
que huyeron de esos universos cerrados. Y sus partidas siempre fueron vistas
por sus familias como una traición. Sobre esos relatos armamos la historia de
Brenda. A este conflicto lo trabajé en profundidad en El Lobo (2012), una miniserie para televisión que filmé con gran
parte del elenco de Germania. La historia refleja la vida de diez adolescentes,
algunos de los cuales quieren irse, mientras otros eligen quedarse en la aldea.
-Germania está actuada
por jóvenes provenientes de colonias alemanas, ¿cómo fue el trabajo con ellos?
-Fue una búsqueda personalizada porque quería trabajar con chicos que
tuvieran la necesidad de expresarse. Así que fui a cada comunidad y pasé mucho
tiempo sólo hablando con ellos. Empezamos a trabajar en el año 2005. Primero
filmamos los cortometrajes y luego vino Germania. También grabamos dos series
para la televisión digital, Ander
Egg(2011) y El Lobo (2012).
-El cura de la aldea
asocia la peste que está matando a las gallinas de la granja con una maldición
bíblica. ¿La religión juega hoy un papel importante en sus vidas?
-Lo que más me interesaba destacar eran los actos religiosos, las
conductas que tenemos incorporadas sin ser conscientes de que están vinculadas
con la religión. En Crespo es muy común ser sacristán, ayudar en la iglesia,
hacer lo que el cura nos dice. Pero en ningún momento nos preguntamos qué es lo
que estamos haciendo. La vida está compuesta por pequeños actos de religiosidad,
pero no tienen nada que ver con la fe misma. Los personajes de Germania no
están en crisis con la fe porque ni siquiera se lo preguntan, ellos sólo siguen
las costumbres del lugar.
-En Germania los
adolescentes están en plena etapa de exploración de su sexualidad. ¿Cómo
trabajó el manejo de los cuerpos?
-El contacto físico entre adolescentes se da generalmente a través de
la violencia, no existe prácticamente el abrazo o el beso. Hablé mucho con los
chicos sobre cómo manejaban su cuerpo en relación con su familia y amigos. Eso
me sirvió para escribir la escena en la que Lucas se acerca a Brenda desde
atrás, el plano es muy sugerente pero no se muestra nada. Pienso que cuando una
familia es atacada desde afuera, cierra filas. Y la distancia normal que hay
entre cada miembro se diluye porque tienen la sensación de que cuanto más
cercanos estén más van a poder protegerse. Lucas quiere proteger a Brenda y por
otro lado siente que es suya, pero no sabe cuál es el límite de esa posesión.
Ficha Técnica
Germania (2012). Duración 72 minutos. Argentina.
Protagonistas: Lucas Schell, Brenda Krütli y Margarita Greifenstein.
Dirección: Maximiliano Schonfeld.
Guión: Maximiliano Schonfeld, Rafael Cardelli.
Productora: Pasto.
Productores: Fernando Brom, Bárbara Francisco, Maximiliano Schonfeld.
Productores Ejecutivos: Bárbara Francisco, Fernando Brom.
Fotografía: Soledad Rodríguez.
Montaje: Anita Remón.
Sonido: Manuel de Andrés.
Música: Jackson Souvenirs.
Arte: Laura Gamberg.
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Schonfeld
Nació en Crespo, Entre Ríos en 1982. Se graduó como Director de cine en
la ENERC. Dirigió tres cortometrajes Esnorquel (2005),Entreluces (2007) e Invernario (2010).
También dirigió dos miniseries para televisión digital Ander
Egg (2011) y El
lobo (2012).
Su primer largometraje, Germania (2012) resultó ganadora del Premio Especial del Jurado, y
del Premio Feisal en la Competencia Internacional del 14º BAFICI. También
recibió el Premio Especial del Jurado en Fresh Film Fest Praga, premio Mejor
opera prima en el Festival de Hamburgo. Participó en numerosos festivales
internacionales.
Actualmente Schonfeld prepara su segundo proyecto de
largometraje La Helada Negra ganador del Premio ARTE (Francia) para desarrollo
en el BAL (Bafici), participante del Jerusalem Film Lab. Así como también realizará
un proyecto junto a la directora estonia, Kadri Köusaar en el marco del
programa CPH:DOX del Festival de Copenhague.
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