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viernes, 3 de agosto de 2012

José Lindner: Con los colores de San Martín en el alma.


A 58 años de la fundación del Club de Santa Trinidad, un 5 de agosto de 1954.
(www.lanuevaradiosuarez.com.ar)

Empezó con el Club cuando tenía apenas 15, 16 años y lo hizo no para jugar a la pelota, como lo hacen los chicos hoy, sino para integrar una comisión de apoyo formada por jóvenes de entonces, que actuaba en colaboración con los adultos de la Comisión Directiva.
Ha sido cuatro veces Presidente de la entidad, la última en el año 2004. No va siempre a la cancha pero está pendiente de los resultados, del crecimiento de la entidad y es hombre de consulta para las nuevas Comisiones Directivas.
“El Club está bien, va creciendo, hemos tenido épocas difíciles y ahora estamos en una donde la gente acompaña a la institución, lo sigue. Hay dirigentes muy jóvenes, que es importante que estén porque tienen otras ideas, otro empuje. Tengo la suerte que me consultan cuando hay problemas o cuando necesitan algún asesoramiento. La vez pasada estaban por cambiar al técnico y me consultaron. Les dije que no lo cambien, que esperen que ya se iba a terminar la mala racha, que estas cosas pasan. Cuando se contrata a alguien hay que dar tiempo a que completen su período, que terminen de hacer lo que están haciendo. Ahora empezaron a ganar, se venía registrando un buen trabajo que ahora está dando sus frutos” recuerda con emoción José.
Luego Lindner apunta que “todos los clubes tienen buenos jugadores, lo que pasa que a veces ganan y otras pierden. Esto que digo me lo enseñaron los años, tanto tiempo de trabajo, porque más allá de los períodos en los que fui Presidente siempre he estado en relación con el club. Me acuerdo de la vez en que habiendo asumido como Intendente Ricardo Moccero me dijeron, junto a Saint Cricq, que había que pensar en actividades para los chicos, que estaban mucho tiempo en la calle, La tarea entonces parecía imposible, pero lo logramos: hoy esos chicos son los que están jugando en primera y me emociona verlos”.
Recuerda múltiples anécdotas, como las que se tejieron en la cancha de fútbol del club, cuando no había cortina de árboles que menguaran el viento, en años en que la exigencia era contar solamente con dos pelotas. 
Si el viento soplaba a favor y el resultado del partido también, José Lindner, hablando en alemán, les indicaba a los jugadores que patearan la pelota lejos, hacia un eucaliptus gigante que había a la distancia.
Costaba encontrar el balón y este tiempo se ganaba en poner nerviosos a los del equipo contrario. Hubo un año que los dos únicos partidos que ganaron fueron a El Progreso de Pigué, campeón del año anterior, y a Blanco y Negro por goleada. Estos dos triunfos resonantes sirvieron para alimentar la alegría de toda la temporada. 
Como Presidente y como técnico que fue en algunos años no le faltaban recursos: por ejemplo, cuando a dos jugadores que no tenían más virtud que la de correr muy ligero los mandaba a que marcaran a los jugadores del equipo contrario que tenían a su vez como objetivo marcar a los delanteros de San Martín. 
Obedientes, estos dos buenos corredores no dejaron tranquilos en ningún momento a los que tenían que marcar, incluso hubo uno que cumplió tan a raja tabla su misión que lo siguió hasta el vestuario.
Anécdotas de un hombre que forma parte de los 58 años de historia que tiene el Club San Martín de Santa Trinidad y que los celebrará este sábado con una cena y baile.