La escritora Graciela Schmidt Robilotta presentará
su obra el viernes 20 a las 19:30 hs. en la Biblioteca Popular Sarmiento.
Un evento de significativos ribetes culturales se
llevará a cabo el próximo viernes 20 de abril a las 19:30 hs., cuando Graciela
Schmidt Robilotta presente su libro que lleva por título “Ofrenda” y para lo
cual se ha organizado un acto que contará además con la presencia de otras
figuras vinculadas con el arte y la cultura.
Será el escritor del Pueblo Santa María Julio
Cesar Melchior quien definirá algunas facetas del trabajo literario de la joven
exponente y luego, tras la presentación del libro, se habilitará una exposición
de la artista plástica Luján Ferreyra, actuará el músico Lucas Urlacher, entre
otras expresiones artísticas.
Cuando uno le pregunta a esta mujer de 42 años
por qué escribió poesía filosófica, explica primero cuánto leyó cada vez que un
problema sobrevenía a su vida.
Los cuentos clásicos, la literatura más conocida,
los filósofos más conocidos y de los otros siempre leyó.
Luego se suman también sus propias vivencias, que
indefectiblemente se incluyen en sus relatos: la muerte de su padre, que ella
interpreta de tristeza, una desaparición física que no debió haber sido, si
hubiera llegado a tiempo una intervención del corazón; la enfermedad de su
sobrino; la muerte de su madre cuando era muy joven y ella, Graciela, muy
pequeña; el diagnóstico de carcinoma que en un control de rutina le hizo el
médico; el enfrentarse en más de una oportunidad a la quimioterapia.
Vale la pena escuchar a esta mujer que dice que
cuando todo parecía un caos y la rodeaba el dolor encontró la paz.
La encontró en el dolor propio y en el de otras
personas con las que compartía los tratamientos. Encontró la paz, la
solidaridad, el amor desinteresado en los hospitales. Allí donde también trabó
amistades invalorables, especiales, únicas.
Luego de conocer todo esto es posible entender
por qué escribe poesía filosófica.
Graciela es una mujer joven que para quien quiera
escucharla y verla irradia una luz de quien se siente en paz consigo y con el
mundo. La paz que porta quien ha sabido encontrar a Dios entre los hombres.
La entrada a la presentación de su libro es libre
para todo público a quien se invita muy especialmente a participar del acto y
para lo cual brindamos el siguiente anticipo:
Ofrenda.
Ofrenda.
“Ofrecieron aguardiente a la muerte en la
calavera de sus abuelos”.
Se levantó de su silla, dio unos pasos, volvió el
rostro hacia la amiga diciéndole que regresaría pronto, que sobre la mesa están
sus poemas, que los lea si quiere.
Salió, el sol tocaba su cara, no había viento.
Regreso, entro rápido, preguntando si le gustaron
los poemas miraba a su amiga, esta le dice no haberlos comprendido salvo el
ultimo, ese si, pero los demás…
Piden una gaseosa, ella trata de explicarle sobre
lo escrito, toma un párrafo como ejemplo contándole donde dice “busco una cuna
para mi hijo” se refiere al alquiler de vientre, tema del cual habían hablado y
en cuya primer charla la amiga había dicho entre asombro y desconcierto, que
nadie luego de parir va a dar el hijo. Supo ella la sensatez de la expresión,
así había decidido ser inseminada con el riesgo de no ganarle al tiempo,
batalla considerada victoriosa aun con un sobreviviente.
Sin levantar mucho la mirada, con una voz
distinta, con ojos cansados la amiga repite que no comprende los poemas, le
dice no haber podido dejar de pensar en eso, que ella la había ayudado en otras
batallas, que, que... que si quería le ofrecía el vientre para su hijo.
Muda. Ella pensaba como pudo decir que no
comprendía sus poemas.
Muda. Se daba cuenta que todo ya había sido
escrito.
Muda. Miraba sus versos más sagrados que las
escrituras.
Muda. Sentía el milagro de resucitar a los
durmientes.
Muda. Gritando con el alma, ella volvía a la
sublime humanidad.
Muda. Miraba la cuna.