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domingo, 6 de febrero de 2011

La religión

“Una comunidad, un modo de vida, un sistema de creencias, una observancia litúrgica, una tradición; la fe en Dios era todo eso y más para los colonos alemanes del Volga. El camino para iniciarse en la vida cristiana era el bautismo. Otro rito muy acatado fue el de la eucaristía o cena del Señor, que se conmemora en la comunión de unos con otros en la misa. Asimismo, los alemanes del Volga poseían en sus hogares tres libros de cabecera, heredados de sus antepasados: “La vida, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo”, escrito sobre las visiones de la Beata Emmerich, del Padre Kochen, que en sus primeras páginas tiene un memorial familiar, en la que las personas registraban el nacimiento de sus hijos o sus defunciones; “El santoral” –Legende der Heiligen-; y “El Evangelio dominical”, preparado por los sacerdotes de la Congregación del Verbo Divino, para quienes se veían privados a participar de los actos religiosos: contiene para leer los domingos en el púlpito el Evangelio antes de la homilía, la misa explicada, una pequeña meditación sobre el relato evangélico, un poco de liturgia y las oraciones”.

Los dos mandamientos más importantes del mensaje ético de Jesús (Mt. 22,34-40) son el amor a Dios y el amor al prójimo. Un modo de vida cristiano, que participa de la llamada al servicio y a convertirse en discípulo de Cristo. El valor inherente a cada persona creada a la imagen de Dios, la santidad de la vida humana, así como el matrimonio y la familia, el esfuerzo por alcanzar la justicia, aunque sea en un mundo caído en la desgracia, eran compromisos morales dinámicos que los alemanes del Volga cristianos aceptaban con verdadera convicción.
El culto católico estaba centrado en la misa, a la que debían asistir todos los domingos. Asimismo se celebraba a diario y era una parte esencial de los matrimonios, los funerales y otros ritos y se componía de varias partes. Las más importantes eran la liturgia del mundo y la eucaristía, durante la cual se realizaba la comunión. Dentro de esta estructura estaba la utilización de la música, entonando himnos interpretados tanto en latín como en alemán, la pompa u otros métodos que hacían del servicio una demostración de fe grandilocuente.
La eucaristía era uno de los siete sacramentos más importantes. Los alemanes del Volga le daban auténtica trascendencia y vivían con devoción la presencia real de Cristo en la eucaristía a través del pan y el vino convertidos en su cuerpo y su sangre (transubstanciación): tomaban la eucaristía en todas las misas a las que asistían. Los otros sacramentos eran el bautismo, la confirmación, la penitencia, las órdenes sagradas, el matrimonio y la extremaunción.
Los colonos alemanes del Volga expresaban su fe de muchas maneras además de asistir a la misa y recibir los sacramentos. El rosario de la Virgen María, por ejemplo, era muy popular. La obligación de ayunar y de no comer carne en algunas fechas era muy respetada por todos los fieles.

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